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Con la aceleración del envejecimiento de la población, la consecución de un envejecimiento saludable se está convirtiendo en un imperativo mundial y las políticas de protección social y los sistemas de seguridad social tienen un importante papel que desempeñar en este empeño. A través de un enfoque de ciclo de vida, los sistemas de protección social pueden apoyar la prevención de la discapacidad en la vejez (es decir, abordando los determinantes sociales de la salud), el acceso efectivo a los cuidados de larga duración sin dificultades para quienes los necesitan y el trabajo decente en la economía de los cuidados. Para que esta contribución sea eficaz, será necesario adoptar un enfoque transformador de género, ya que las mujeres están desproporcionadamente representadas tanto entre las personas mayores como entre los proveedores de cuidados de larga duración en toda su diversidad. Además, para contribuir adecuadamente a lograr un envejecimiento saludable y un acceso efectivo a los cuidados de larga duración sin penurias como un derecho basado en los derechos, los sistemas de protección social tendrán que establecer una fuerte coordinación entre la asistencia sanitaria, la asistencia social y otras políticas sociales y de empleo. Este documento destaca los puntos de entrada clave para que los sistemas de protección social contribuyan a la Década del Envejecimiento Saludable, partiendo de un enfoque basado en los derechos humanos y en las normas internacionales de seguridad social.Este documento de trabajo se basa en el artículo "Long-term care in the context of population ageing: ¿Qué papel desempeñan las políticas de protección social?", publicado por los mismos autores en el número especial de la Revista Internacional de Seguridad Social "El derecho humano a los cuidados de larga duración para las personas mayores: Ampliación del papel de los programas de seguridad social" (Tessier et al., 2022).