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Esta publicación examina las buenas prácticas emergentes de los modelos basados en el mercado en la economía del cuidado facilitada digitalmente en el Sudeste Asiático e identifica las vías hacia el trabajo decente para la mano de obra predominantemente femenina.La economía del cuidado implica la producción y el consumo de bienes y servicios necesarios para el bienestar físico, social, mental y emocional de los grupos dependientes del cuidado. Esto incluye no sólo a los niños, los ancianos, los enfermos y las personas con discapacidad, sino también a los adultos sanos en edad de trabajar. Los servicios de cuidados, tanto directos como indirectos, pueden prestarse de forma remunerada o no, para uso final de los miembros de la familia y el hogar.Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) se han utilizado para transformar todos los ámbitos de la vida de las personas, incluida la prestación de servicios de cuidados. Cada vez más, una variedad de modelos de negocio que aprovechan la digitalización, como las plataformas en línea y las aplicaciones (apps), facilitan la adecuación de la oferta y la demanda en la economía de los cuidados. El presente informe define este fenómeno como la "economía de los cuidados habilitada digitalmente", que hace referencia a los trabajadores y las empresas que mantienen una relación laboral con los clientes que solicitan servicios. Dos elementos caracterizan esta relación laboral: la tecnología y la naturaleza tripartita de la relación entre la empresa, el trabajador y el cliente. El informe se refiere a las organizaciones que trabajan en la economía como "empresas de asistencia habilitadas digitalmente" (EATD) y a las personas que prestan los servicios de asistencia como "trabajadores de asistencia habilitados digitalmente" (TATD).