COVID-19 y la economía de cuidados no remunerada en Asia y el Pacífico
No dejar a nadie atrás y llegar primero a los más rezagados son las ambiciones esenciales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Dentro de ese mandato, el Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 (lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas) debe ser una piedra angular de las medidas adoptadas para lograr un futuro próspero, inclusivo y sostenible para la región de Asia y el Pacífico.La pandemia de COVID-19 ha exacerbado los riesgos y las vulnerabilidades de las mujeres y las niñas en toda la región. Sin embargo, al mismo tiempo, las mujeres han asumido funciones esenciales en la respuesta a la pandemia como trabajadoras sanitarias de primera línea, así como en sus hogares. Los cierres patronales, las restricciones a la movilidad y el cierre de escuelas han aumentado enormemente el tiempo dedicado a las tareas domésticas. Las mujeres han tenido que limpiar, lavar, cocinar y cuidar de los niños que estudian en casa y de los miembros de la familia enfermos o ancianos. Muchos de los avances conseguidos con tanto esfuerzo en las últimas décadas se han revertido, y las desigualdades existentes se han profundizado aún más. Incluso antes de la pandemia, las mujeres y las niñas de Asia y el Pacífico dedicaban una media de hasta 11 horas al día al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, cuatro veces más que los hombres.Este informe sostiene que se nos presenta una oportunidad única para abordar mejor los riesgos y vulnerabilidades de las mujeres y las niñas y ayudarlas a salir de la pobreza, la exclusión y la marginación. Los gobiernos deben aprovechar esta oportunidad para invertir en la economía de los cuidados, reconociendo, redistribuyendo y reduciendo el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. Tales inversiones ayudarán a aliviar la carga de los cuidados y a generar empleo decente, lo que a su vez aumentará la resiliencia y el crecimiento a largo plazo de las economías.